-¿Cómo surge la idea de crear el LIM?
-Las experiencias vividas durante mi estancia en Roma (1969-1972) fueron fundamentales a lo largo del desarrollo de mi carrera como músico. Al margen de los estudios realizados con Goffredo Petrassi, Franco Evangelisti y Boris Porena, el contacto diario con artistas, participando en muchos de sus proyectos, fueron de gran importancia para mí. Además, fue trascendente formar parte del Grupo de Improvisación “Nuova Consonanza” con figuras tan significativas como Ennio Morricone, Franco Evangelisti, Walter Branchi, Egisto Machi, Mario Bertoncini, Frederic Rzewsky, John Heineman… Formar parte en la creación de Nuove Forme Sonore y The Forum Players fue otra de las experiencias que impulsó buena parte de mi trayectoria posterior. Estas convivencias me habituaron a trabajar con grupos y estimularon mi sensibilidad hacia la creación colectiva.
Con estas experiencias, cuando regresé a España, encontré un cierto vacío en este tipo de trabajo, sobre todo en la interpretación. Los compositores en aquel periodo, seguían en alguna medida los movimientos artísticos y había una información próxima a lo que sucedía en el mundo, sobre todo los que viajaban a Darmstadt que asumían en pocos días las novedades del momento. Los intérpretes, por el contrario, vivían más condicionados en las grandes agrupaciones: orquestas y bandas sin apenas preocuparse por los movimientos de renovación instrumental, algo muy distinto de las inquietudes vividas en Italia que también empezaba a contrastar con Francia y Hungría. Entonces, mis experiencias apenas podían ser válidas en nuestro país. Por otra parte, los compositores en general, no eran a la vez intérpretes, ni los intérpretes tenían pretensiones innovadoras o creativas. En realidad, no me parecía fácil retomar las vivencias ya acumuladas, a corto plazo. No obstante, seguía de cerca, los proyectos que surgían con la intención de poder agrupar las nuevas ideas que aparecían.
Después de algún tiempo observando, se produjo la celebración del segundo Festival de Música de Vanguardia de San Sebastián en 1974. En aquel encuentro magnífico, lástima que haya desaparecido, como todos los puntos de coincidencias, reuniones e información, estaban la mayoría de los compositores españoles y los más reconocidos intérpretes que se interesaban por la música contemporánea. Fue entonces cuando nos encontramos Esperanza Abad, Rafael Gómez Senosiain y yo, o sea, cantante, pianista y clarinetista. Hablamos en principio de muchas cosas hasta que surgieron los proyectos y, claro está, la necesidad de crear un conjunto de intérpretes con ganas de estudiar, investigar e interpretar la música contemporánea de forma continuada, no ocasionalmente como se venía y sesigue haciendo tantas veces, para crear un repertorio convencional, dentro de lo contemporáneo, sin pretensiones vanguardistas y poniendo nuestro conocimiento y experiencia a disposición de los compositores.
Los primeros trabajos de conocimientos mutuos y conexión funcionaron, por lo cual, decidimos presentar los resultados públicamente, en el mes de noviembre de 1975.
¿Qué fue lo más difícil a la hora de poner en pie el proyecto? ¿Con qué apoyos contaron?
-Coincidiendo en que los tres fundadores, a los que se unió después el percusionista Joaquín Anaya, éramos conocidos, parece ser que, con buena imagen, los primeros contactos fueron muy positivos en las instituciones oficiales; teniendo en cuenta que estábamos a mediados de 1975 y que el futuro se presentaba lleno de incógnitas, aunque esperanzadoras. Todo era positivo aparentemente y con buenos augurios, pero el apoyo efectivo sólo surgió a través del Instituto Alemán y de su director, el Dr. Plinke, que era un hombre de la cultura y que apoyaba sin reservas el arte independiente. Efectivamente fue el Instituto Alemán quien acogió nuestros proyectos iniciales y quien seguirá apoyando durante años la actividad del LIM.
Con las primeras reservas lógicas, como suele suceder con los nuevos proyectos en nuestro país, hubo en principio una acogida entusiasta al margen de las finanzas, que después se convertiría en una mezcla entre positiva y negativa. Eso es algo que siempre hemos tenido presente en todos los sentidos. Por ello, nos encontramos en una posición intermedia que no permite acomodarnos ni confiarnos y exige no perder el pulso con la realidad en ningún momento. Eso nos mantiene permanentemente en forma.
Conscientes de la importancia del proyecto, decidimos mantener nuestra independencia personal, colectiva, estética y técnica. Algo que en principio no fue bien entendido; había dudas sobre la sinceridad de las propuestas y se consideraba que podía haber algo oculto en todo ello.
En realidad, ha sido mucho más difícil mantener el equilibrio y la credibilidad en los planes de trabajo que su puesta en marcha.
Los apoyos iniciales convertidos en algo constante al margen del Instituto Alemán, fueron nulos aunque cuando ya se habían confeccionado los primeros proyectos, hubo una respuesta inmediata de Radio Nacional (entonces Radio 2) y de Televisión Española para financiar parcialmente los proyectos y grabar todos los programas. Estos apoyos para un proyecto nuevo fueron decisivos. La prensa por su parte fue generosa y profesional. Entonces había un espacio en los periódicos y revistas que ensalzaba la vida musical a unos niveles del mayor interés. Lo consideraron un proyecto interpretativo importante y se produjeron los elogios más entusiastas. Por ello, al mencionar los apoyos, deben considerarse importantes y significativos todos estos gestos que desde el primer momento situaron al LIM en los primeros niveles de la interpretación. Por esta razón, el LIM posee un repertorio único, con partituras de gran interés, iniciadas en 1975, que no han dejado de escribirse aun en la actualidad. Este apoyo de los compositores, debe considerarse del mayor interés para la música contemporánea en general no sólo para el LIM.
¿Cuántos miembros integran el LIM?, ¿Cuántos de ellos son compositores?
-El LIM fue concebido desde el primer momento como un colectivo de intérpretes aunque Rafael Gómez Senosiain y yo también fuéramos compositores. Promover la difusión, el estudio y la investigación de la interpretación musical actual, era uno de los principios básico del programa. No había en aquellos momentos compositores que pudieran convivir en la interpretación al nivel que deseábamos. Por esta razón, desde el primer momento,alejamos los proyectos de esta posibilidad.
En treinta y tres años de actividad ininterrumpida, cuando han surgido tantos movimientos innovadores y transformadores, es lógico que se haya producido una renovación en función de la evolución que ha venido produciéndose estética y técnicamente. Esta renovación ha exigido características instrumentales distintas en cada momento. Aunque uno de los deseos principales, siempre fue mantener a las mismas personas,
no como sucede habitualmente en otras agrupaciones tanto en España como en otros países que cambien constantemente los miembros por atender y simultanear otras ocupaciones.
En este sentido puede decirse que los planes de trabajo de la temporada o del año, han condicionado las personas que en cada momento deberían intervenir, teniendo presente que el LIM deseaba mostrarse como un colectivo camerístico reducido que interpretaba sus conciertos sin director. Así, deben diferenciarse las etapas o los periodos planteados como principales condicionantes, los cuales, según la programación exigían un número determinado de instrumentistas, aunque debe diferenciarse el periodo inicial, o sea, el ciclo primero de presentación que estuvo condicionado por los intérpretes fundadores (voz, clarinete, piano y percusión), programándose obras ajustadas, concebidas o escritas para ello. El segundo ciclo en la Fundación Juan March nos abrió sus puertas y financió toda la actividad, fueron elegidos programas donde había un cambio considerable al no participar Esperanza Abad porque deseaba desarrollar otros trabajos. Desde ese periodo, se abordó una concepción instrumental distinta que acogía la música de maestros del siglo XX como Berg, Bartók, Webern, Stravinsky, Hindemith, etc.; en relación con las nuevas obras escritas para el LIM, incorporando el violín y el violonchelo. Después (1977), las combinaciones instrumentales han añadido la flauta, el oboe y el fagot.
Continuando con este criterio de variación instrumental permanente, surgió un combinado original y único hasta aquellos momentos que fue el grupo de clarinetes, formado por cinco clarinetes distintos, incluido el contrabajo. Esta agrupación inició un proceso de renovación tímbrica muy bien acogida por los compositores que escribieron un alto número de partituras para ella. Algunos años después, la presencia de la electrónica, de las proyecciones y los videos, también formaron parte de sus programas, lo que incrementó el número de efectivos. Según lo comentado, puede decirse que el número de miembros que ha integrado o integrar el LIM es muy variable y ha estado en función de los programas a realizar. Después de 1990, la combinación instrumental más frecuente ha estado centrada en la plantilla del Concerto de Falla, o sea, clave o piano, flauta, oboe, clarinete, violín y violonchelo; añadiendo a veces percusión, viola, trompeta, trompa y algún instrumento más.
¿Podría sintetizar de alguna manera la trayectoria del Laboratorio, a lo largo de sus más de tres décadas de existencia?
-La trayectoria del LIM en cierta medida la han marcado las corrientes musicales más influyentes de cada momento junto a los programadores de conciertos y festivales. El editor del primer libro dedicado al LIM en la Universidad de Oviedo, el profesor Emilio Casares, subtituló aquella publicación como: Síntesis de la música contemporánea en España, por el resumen en nuestro país de todo lo novedoso que había sucedido musicalmente en el mundo. Pienso que la verdadera trayectoria la han marcado en la realidad los creadores, a los que nosotros hemos seguido de cerca. Solamente con mencionar a sus Miembros de Honor: Goffredo Petrassi, Olivier Messiaen, György Ligeti y Karlheinz Stockhausen que aceptaron tal honor e iluminaron con su presencia permanente la actividad del LIM, la trayectoria estaba bien trazada y solo era necesario su desarrollo.
Posiblemente en las primeras iniciativas hubo algún intento de marcar nosotros mismos el itinerario deseado pero la constante evolutiva de la creación desniveló aquellos deseos, llevándonos por las corrientes más potentes.
¿Existe alguna institución análoga a ésta en otros países europeos? De ser así, ¿colaboran de alguna manera con ellos?
-Existen y es importante que así sea. Debería haber más instituciones análogas estables porque son muchísimos los compositores que escriben
música en el mundo y les resulta muy difícil poder programarla. Agrupaciones instituidas y acreditadas con una labor permanente al servicio de la nueva música son pocas y la mayoría de las veces son restringidas y amaneradas o funcionan para mantener determinadas tendencias estéticas o técnicas que también podríamos denominar especializadas dentro de las especializaciones. Las más conocidas como Intercontemporain, Modern, London Sinfonietta, etc., forman parte de estructuras político-culturales que en España no son imaginables. Estructuras de asociaciones o grupos como Itineraire, Nuova Consonanza, Música D´Oggi, Nuove Forme Sonore, The Forum Players, Solistas de Moscú, Artedie, Grupo de Música Contemporánea de Lisboa, Música experimento, Oficina Musical de Oporto, Miso Music Portugal, Encuentros de Buenos Aires, Interesemble, Spaziomusica, etc.; donde existe una libertad independiente en la programación, nuestra colaboración es permanente aunque los eternos problemas económicos no faciliten intercambios más frecuentes.
¿En cuántos ciclos participa anualmente?
-La participación del LIM en ciclos y festivales es irregular, porque la mayoría de las veces la participación es fruto de una invitación y esto hace que puedan surgir acumulaciones excesivas o limitaciones de trabajo. Desde el inicio de las actividades consideramos que se debía hacer, como mínimo, un ciclo de conciertos al año en Madrid, donde presentar el resultado de los trabajos desarrollados y las novedades surgidas; algo que, hasta estos momentos, y teniendo en cuenta todo lo sucedido en estos treinta y tres años, ha podido ser una realidad. El ciclo anual ha sido siempre la base de renovación y actualización de los nuevos proyectos que ha hecho posible, por otra parte, su conversión en ciclos y festivales paralelos, en ciudades como Bilbao, Barcelona, Pamplona, Málaga, Alicante, La Coruña, etc…Al margen de estos ciclos o series continuadas de conciertos programados y estructurados desde el LIM, está su participación en grandes festivales como los de Santander, Granada, San Sebastián, Alicante, Moscú, Roma, Ámsterdam, Puerto Rico, México, París, Sao Paulo, etc… que ha llegado a superar las mil actuaciones.
¿Cuántos autores han escrito obras para el LIM y cuántas primeras audiciones mundiales ha realizado?
-Uno de los aspectos más transcendentes de la vida del LIM es la producción compositiva que ha generado. Una buena parte de compositores prestigiosos de distintos países ha tenido el deseo de escribir partituras para el LIM y dedicárselas. Necesitaríamos un largo espacio para enumerarlas, ya que son varios centenares de las más variadas edades y tendencias. Estos cientos de compositores han encomendado igualmente las primeras audiciones de sus partituras al LIM, por ello, el número de estrenos es amplísimo, como también son numerosas las partituras que ha presentado por primera vez en España y en distintas ciudades americanas o europeas.
El centenario de Messiaen ha constituido uno de los ejes de la programación del LIM en 2008.
-Efectivamente, ya que la figura de Olivier Mesiaen es un modelo humano, intelectual y por supuesto musical, que no deja de ser ejemplar. El LIM, que lo ha tenido como miembro de honor hasta su fallecimiento, está muy agradecido de su afecto y de su obra extraordinaria. Cualquier posibilidad que se produce para recordar y homenajear su figura, es acogida con sumo entusiasmo en el LIM. Por ello se pensó en dedicar nuestro esfuerzo para que estuviera presente a lo largo de nuestra actividad en 2008, año del centenario de su nacimiento.
Los deseos del LIM, desde el primer momento, fueron compartidos por la fundación Juan March, que acogió un ciclo de conciertos en su sede y la Fundación BBK de Bilbao, que también acogió todo el proyecto en su Festival del Museo Guggenheim y financió una serie de encargos a compositores para que escribieran obras dedicadas a Messiaen. El Festival de Santander, tan sensible siempre a la creación musical actual, programó los estrenos-homenaje en su 57 edición.
¿Qué grabaciones tienen actualmente en proyecto?
-El LIM ha sido sin lugar a dudas un colectivo afortunado en el mundo fonográfico, con premios y reconocimientos importantes y grabaciones para sellos históricos. Actualmente edita varios discos al año con su propio sello, LIM Records, además de otros. Hace unos días presentábamos en Bilbao el CD dedicado a la soprano Celia Alcedo. Ahora lo haremos en SGAE, presentando el monográfico Agustín Bertomeu y dentro de uno días aparecerá nuestra colaboración con Juanjo Guillén y Neopercusión. El primer proyecto de grabación en el mes de enero de 2009 se centrará en el ya comentado homenaje a Messiaen.
Para concluir, ¿es dura esa batalla por nuestra música en un panorama en donde no se difunde como debiera, o han experimentado muchas satisfacciones durante su labor de difusión?
– Quienes hemos recorrido todos los vericuetos imaginables del mundo de la música, somos conscientes de la complejidad que conlleva. No puede decirse que existan parcelas más fáciles de transitar que otras. Es cierto que algunas dan frutos más agradables, por lo cual las satisfacciones pueden apreciarse antes. En nuestro caso sabíamos que la tarea era ingrata y exigía niveles de sacrificio considerables pero como era una elección consciente, libre y sin engaños, ha sido llevada con total satisfacción. La batalla de que me habla ha sido real, han debido vencerse infinidad de dificultades pero ahora creo que podemos decir que los resultados han merecido la pena. De todas formas, no puede ni debe negarse que el panorama es lo suficiente sombrío para que no estemos preocupados pero el LIM en su recorrido de 33 años, transitándolo, considera que las satisfacciones superan ampliamente a los momentos difíciles. También debe decirse que la evolución social y cultural empieza a favorecer el fruto de ese panorama que el LIM encontró tan triste y deprimido en 1975.