Jesús Villa-Rojo: «Un maestro a los setenta»

CD Compact jpgP.- Recientemente el sello Marco Polo ha editado un compacto con obras orquestales tuyas de las que sorprenderá a muchos el Concierto 2 para violonchelo y orquesta, obra virtuosística, de gran expresividad y, si me lo permites, curiosamente “tradicional”…

R.- Que un sello internacional prestigioso como Marco Polo edite y promueva la música de un compositor español y además contemporáneo, es poco frecuente y por tanto muy satisfactorio para mí. Sorprender musicalmente en nuestros días si que me sorprende a mí, cuando en la realidad todos los aspectos estéticos y técnicos han sido superados, y no nos quedan otros recursos que la buena y original utilización creativa de sus posibilidades. Sucede que muchas veces especulamos interiormente con los recursos, limitando su desarrollo e intentando proponer una concepción estética cuando en el fondo se trata de una reducción de los medios disponibles o de los que puede disponer el compositor. La magnitud de la informática no ha ofrecido musicalmente lo que cabe esperar de ella, por tanto solo podemos imaginar lo que surgirá que será plenamente innovador. De todas formas, esto no quiere decir que olvidemos nuestra capacidad creativa del mundo sonoro, cosa que me parece no desatender en el Concierto 2 aunque puedan quedar reminiscencias, como casi siempre en mayor o menor medida, de procedimientos tradicionales; ahora en este caso, claramente provocados.

P.- Sobre esta obra has dicho que “los elementos expresivos y posiblemente melódicos que surgen con cierta timidez en algunos momentos del Concierto, serán punto de partida de trabajos posteriores”. ¿Significa que estamos ante un cambio en tu actividad creativa? ¿Inicias con este concierto un nuevo periodo en el conjunto de tu obra?

R.- Es cierto que esta obra intentaba iniciar por el año 82 un replanteamiento en mi concepción compositiva, posiblemente mediatizada en aquel periodo por la experimentación fónica y estructural, desatendiendo en alguna medida su intencionalidad expresiva y comunicativa. Iniciaba para mí un nuevo tratamiento virtuosístico sin olvidar efectos que tan enriquecedores han sido para el vocabulario instrumental. Lamentablemente el resultado de sus conclusiones llegó retardadamente, ya que su estreno tuvo que esperar nada menos que trece años. Aunque habia sido un encargo del Ministerio de Cultura (1982), fue la Fundación A.C.A. de Mallorca quien abordó su estreno en septiembre de 1995. El olvido en que había quedado esta partitura, hizo que me dirigiera hacia otras posiciones y no desarrollara lo suficiente las ideas que había iniciado. Por ello, puede decirse que las pretensiones de cambio estaban esbozadas con voluntad de introducir variantes en mis planteamientos compositivos pero al no conocer la efectividad de sus resultados, condujo mis trabajos posteriores en otras direcciones.

P.- En el Septeto, otra obra incluida en ese mismo compacto, aludes a “una concepción de síntesis intercultural” y recuerdo que en una conversación que mantuvimos anteriormente decías que en el intercambio cultural está el futuro de la música…

R.- En principio debo decir que mi admiración por compositores como Bartók, Messiaen, Falla, Sebastián Durón, entre otros, me ha llevado a identificarme en algunos momentos de mi trabajo compositivo con el material que ellos mismos transformaban, cosa por otra parte suficientemente practicada a lo largo de nuestra historia. El Septeto surgía como encargo de la Orquesta Sinfónica de La Coruña para un proyecto que se desarrollaría alrededor de Stravinsky y de su Historia del soldado. Como mi admiración por este compositor ha sido siempre evidente, me sentía comprometido a rendirle homenaje en esta obra. Por ello existen reminiscencias jazzisticas, ceremoniales, danzables… estilísticamente poco definidas dentro de un conglomerado virtuosismo instrumental que multiplica en su conjunción la efectividad de los elementos utilizados. Está claro que la proveniencia de cada uno de estos elementos puede conducirnos a mundos distintos entre sí pero que la convivencia socio-cultural aproxima y facilita su interrelación. La tendencia dominante centroeuropea de la música ha sido ampliamente superada y la adopción de elementos, tanto populares como cultos de cualquier raíz, está ampliando las posibilidades expresivas y comunicativas de la música actual, pero sobre todo, está facilitando la comprensión del nuevo mensaje sonoro. Oriente y Occidente con las tecnologías que sirven de apoyo a cualquier trabajo, están cada vez más cerca.

P.- ¿Significa esto un alejamiento de los postulados inequívocamente vanguardistas que ha regido tu obra hasta el momento?

R.- En ningún momento he renunciado a la libertad de expresión sonora ya sea propia o ajena. La terminología “vanguardia” aunque todos hemos creído entenderla, no está bien definida en el fondo y solo se aplica cuando las obras o los actos son incomprensibles, no están bien articulados, rompen los moldes convencionales… Recientemente era aplicado este término a una tendencia más o menos común sin que se llegara a profundizar en sus razones. Lo difícilmente clasificable o incomprensible era sistemáticamente vanguardista. Cualquier referencia con el pasado perdía el calificativo de vanguardista. No deja en definitiva de hacer pensar lo que decía Ligeti, considerando el acto de protesta vanguardista como “el gesto político de una élite”. Según Ligeti también, las variantes políticas surgidas últimamente y la transformación de la civilización tecnificada, hace que haya pasado el periodo de la vanguardia artística. Todo ello, puede poner interrogantes ante mis “postulados inequívocamente vanguardistas” pero no quiero dejar de reconocer la intencionalidad experimental por una parte, con el resumen artístico por otra en mi trabajo; lo cual puede aparentar distanciamientos e incoherencias si no son relacionados unos y otros aspectos

P.- ¿Tu actividad como intérprete condiciona tu relación con el hecho creativo?

R.- La división y posiblemente el distanciamiento compositor-intérprete es cada día mayor. Cualquier periodo del pasado nos muestra estas actividades completamente unidas o simplemente muy próximas. La complejidad de las especializaciones en esta sociedad tan diversificada y precisa, potencia esa división. En mi caso nunca ha surgido nada de ello porque son cosas que siempre han estado unidas. Primero llego a la composición desde la interpretación y después continúo en la interpretación como compositor. Evidentemente esta relación plantea comportamientos específicos aunque quizá no sean condicionadores. Lo cierto es que el compromiso social y artístico es muy distinto entre compositor e intérprete. El compositor concibe en principio la idea pero quien la presenta y defiende ante el público y la sociedad es el intérprete. Estas posiciones habrán influido en mi trabajo  creativo pero creo que para hacerlo objetivo y dejar mejor definido mi pensamiento.

P.- Háblanos de tu relación con el público a partir de esa doble experiencia.

R.- Los artistas que por alguna razón no mantienen relación directa con el público suelen despreocuparse de esta cuestión unas veces y menospreciarla otras. Pienso que si el artista no concibe su obra como algo interno o personal, debe pensar en el público y en las personas que se acercarán a conocerla. Más aún cuando son las instituciones públicas, como suele ocurrir con las composiciones, quienes asumen la presentación. La relación músico-artista y público de todas formas es irreal Todos sabemos como el público está desorientado y desviado de la concepción artística de la música actual. Los medios informativos hacen una penosa labor en este sentido por lo que al ser consciente de esta situación, intento por todos los medios seguir mi propio recorrido, aunque no alejándome demasiado de la realidad social en que me encuentro. Así, manteniendo estos puntos de vista, puede decirse que mi relación con el público es aceptable, posiblemente buena y desde luego, mejor que con la mayoría de los músicos.

P.- También, y desde hace muchos años, desempeñas una activa labor docente…

R.- Siempre se ha creído que la actividad que mejor se podía simultanear con la composición era la docencia. Por ello, efectivamente vengo dedicando buena parte de mi tiempo a esta actividad aunque reconozco que la enseñanza académica oficial española se encuentra en una crisis profunda que tiene seriamente amenazado su futuro. Afortunadamente también he tenido la posibilidad de impartir cursos de perfeccionamiento en universidades europeas y americanas, y en centros especializados de distintos países, donde he podido exponer buena parte de mis trabajos de investigación, creativos e interpretativos.

P.- ¿Crees que la investigación sobre el sonido se ha agotado?

R.- Por los años sesenta, con la aparición de la electrónica, se empezó a decir que los instrumentos convencionales habían cumplido su ciclo y que estaban agotados. Muy pronto demostramos que estos instrumentos poseían recursos que nunca hablan sido utilizados. Comenzó entonces un periodo de reconversión que ha dado excelentes resultados y que aún no se sabe todo lo que aportarán. En realidad el mundo sonoro es infinito, más aún con la electrónica que solo está mostrano el comienzo de su inmenso potencial. El agotamiento llegará cuando nosotros no seamos capaces de imaginar nuevos sonidos o cuando la sensibilidad humana no pueda captar nuevas sensaciones musicales. Entonces, ante esta limitación, tendrá un interés relativo investigar y aportar más elementos sonoros si no existe capacidad ni sensibilidad auditiva suficiente para su apreciación.

P.- ¿Cómo ves el futuro de la creación musical a la vista del presente? ¿Estamos condenados a repetir replanteándonoslo o negando el pasado?

R.- Dado el presente musical tan espléndido que tenemos en todos los sentidos, cabe suponer que el futuro no baje los niveles en cuanto a calidad y cantidad aunque en ningún momento debemos olvidar la poca relación y la falta de comprensión social que padecemos. El periodo histórico de mayor influencia musical (entiéndase utilización y comercialización de todas las músicas imaginables), es a la vez el periodo de mayor abandono por parte de la sociedad de la creación musical y artística que se conoce. Las posiciones en lo que se refiere al futuro, creo que deben ser moderadas sin desentenderse de los malos resultados de las experiencias radicales surgidas de los serialismos y la abstracción. La convivencia pasado-presente sin dejar de mirar al futuro y teniendo la modestia suficiente de reconocer los valores artísticos y musicales de otras culturas aunque representen tendencias menos desarrolladas que las nuestras, puede tener consecuencias muy positivas que enriquecerán nuestro propio vocabulario y nuestra capacidad de expresión. Ignorar el pasado rompiendo su conexión con el futuro, es una experiencia que ya conocemos, por ello, como decía, necesitamos una fantasía que produzca nuevos ejemplos pero sin distanciamientos o evidentes rupturas con las culturas y tradiciones musicales del mundo.

P.- Entonces, ¿consideras al compositor de nuestro tiempo como un ser aislado de sus colegas y de su público?

R.- La situación del compositor actual es contradictoria y no está bien definida en la sociedad. Su figura es estimada y algunas veces sobrevalorada pero no existen cargos que lo incluyan en la infraestructura estatal. Siempre existen cargos que lo relacionan con su especialidad pero debiendo realizar funciones distintas. Su actividad compositiva requiere una máxima concentración y frecuentemente le aleja de los lugares comunes. Todo ello le da una posición indeterminada que le hace perder una situación coherente con sus funciones reales. Los colegas y el público no deberían aislarle ni mucho menos, sino todo lo contrario, apoyar y potenciar su labor por medio del intercambio de ideas pero es cierto que la mayoría de las veces se encuentra a la deriva sin saber el lugar exacto en que se encuentra.

P.- ¿Tienes nuevos proyectos discográficos?

R.- Aunque el mundo discográfico es ruinoso por una parte y poco fiel, como se dice, con las sutilezas ambientales (espaciales, temporales) de los fenómenos sonoros por otra, siempre estoy metido en nuevos proyectos discográficos. En estos días estoy trabajando en la grabación y edición de un CD sobre compositores
vascos y dos CD conmemorativos del 25 Aniversario del LIM donde aparecerá alguna obra mía.

Revista CD Compact

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